Equipo Córdoba y la existencia eleática del ser


La escuela eleática griega, allá por el siglo VI a.C. tuvo en Parménides de Elea a su discípulo más destacado. Este ilustre personaje dedicó gran parte de su vida a la búsqueda infatigable de la verdad (aletheia) como principio fundamental de la existencia humana. Tras varios lustros en vela, miles de anotaciones y fuertes migrañas, llegó a la conclusión de que sólo si A es, A es A. Una sutil deducción que no le eximió de ciertos conflictos sociales, debido al desconcierto y severidad de los conciudadanos de su época.

Parménides aclaraba luego que la verdad exige borrar todo precepto y preguntarse con rigor qué encarna la “intransitividad” del verbo copulativo ser. Digamos que significa “existe” o “hay”, que se da tal cosa. Antes de ser grande, o pequeña, o bella o grotesca, la casa es casa. Lo que hay existe o se da, entonces se es, y “ser” constituye la identidad absoluta supuesta por la existencia en general. ¡Bingo! Aquí me has dao Manolín.

Recientemente he tenido la oportunidad de hojear una magnífica obra de la doctora en Historia de Arte Paula Barreiro López, recientemente editada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, en la que se defiende con rigurosa documentación el desarrollo del legado artístico de las tendencias abstracto-geométricas en España entre 1957-1969. Entre ellas, la autora reconstruye y analiza entre otros movimientos geométricos el Arte Normativo.

Ya en la presentación del libro se define el Arte Normativo Español, como: “un movimiento autóctono de vanguardia, surgido en el umbral de la década de los sesenta, nacido como alternativa al encumbrado arte informalista, con un importante compromiso social y que, contó con jóvenes artistas -artistas todos ellos con identidad absoluta, por supuesto, Grupo Parpalló, Equipo 57, Equipo Córdoba, Manuel Calvo y José María Labra”.

Más adelante, la doctora Barreiro nos apunta que “en el caso de Córdoba, el programa integral planteado, tanto por el Equipo 57, como por el Equipo Córdoba, estipulaba un plan de activación cultural que pretendía abrir la ciudad al arte contemporáneo…”. Sobre este tema, explica, igualmente, Francisco Arenas, uno de los miembros del Equipo Córdoba: “Vivíamos la postguerra y eran tiempos difíciles para poder vivir del arte. Y por otra parte, padecíamos un régimen franquista en todo su apogeo que trataba siempre de mantener a raya cualquier iniciativa creativa que se saliera de lo convencional. Tuvimos algunos problemas en este sentido”.

En la misma línea de trabajo, de resurgimiento de una nueva concepción del arte, Barreiro hace mención a la constatación, a través de la correspondencia privada del Grupo Parpalló de Valencia a finales del año 1959, de la necesidad de agrupar las distintas tendencias formales españolas, en una gran exposición. Tras diferentes intentos, se concreta la realización de una exposición en la primavera de 1960 en la Sala Darro, donde se daba una lista bastante amplia que reunía a prácticamente todos aquellos que trabajaban dentro de la geometría, se citaba al Equipo 57, el Grupo Parpalló, Equipo Córdoba, Grupo Espacio, Néstor Basterrechea, José María de Labra, Manuel Calvo, Jorge Oteiza, etc. Tras esta exposición se celebraría una nueva que tendría como sede el Ateneo Mercantil de Valencia, se trató ya de la Primera Exposición Conjunta de Arte Normativo Español, organizada por el grupo Parpalló, entre el 12 y el 25 de marzo del mismo año. En ésta se redujeron los participantes a los colectivos Parpalló, Equipo 57, Equipo Córdoba y a los artistas José María de Labra y Manuel Calvo. Esta exposición fue considerada como punto de partida de toda una serie de acciones dedicadas a relanzar el arte concreto en España.

Asimismo, el 21 de noviembre, Equipo Córdoba expuso en la Sala de la Delegación de Información y Turismo de Sevilla, publicando su propia versión de la Teoría de la Interactividad del Espacio Plástico. El grupo lo componían Segundo Castro, Alejandro Mesa, José Pizarro, Manuel García, Manuel González y Francisco Arenas, como atestigua el material gráfico publicado en la obra de la doctora Barreiro.

Por su parte, recoge Paula Barreiro en una de sus páginas el testimonio del artista plástico Manuel Calvo al expresar la no exclusividad del normativismo en la figura de Equipo 57, sino que aún destacando su rol principal, “fue este colectivo quien desarrolló, de una manera más madura, las bases de la Teoría de la Interactividad, junto a él el Equipo Córdoba compartió, y probablemente ayudó a definir la teoría, dada la proximidad entre ambos colectivos”.

Llegado a este punto, no cabe duda de que la trayectoria y presencia de Equipo Córdoba le otorgaba aparte de una existencia eleática, un lugar destacado en el seno del normativismo español como bien apostaba Aguilera Cerni incluyendo y calificando a Equipo Córdoba, junto a Grupo Parpalló, Equipo 57, Grupo Espacio, Grupo Funcionalista, etc., como uno de los grupos que trabajaron activamente con voluntad de “servir” al movimiento artístico generado.

Queda constancia documental pues, de que Equipo Córdoba es, de que A es A, y por consiguiente, mantiene su propia identidad. Equipo Córdoba colaboró a una transformación social del arte español y todos los cordobeses tendremos que estar orgullosos y agradecidos de ello.


Daniel Arenas Rodríguez
Director de Sala Aires/MACAM. Crítico de Arte Independiente